Micronutrientes
¿Cuál es la función de los
micronutrientes en la nutrición?
Los micronutrientes –también conocidos
como vitaminas y minerales– son componentes esenciales de una dieta de alta
calidad y tienen un profundo impacto sobre la salud. Aunque sólo se necesitan
en cantidades ínfimas, los micronutrientes son los elementos esenciales para
que el cerebro, los huesos y el cuerpo se mantengan sanos.
Junto con la lactancia materna,
consumir una amplia gama de alimentos ricos en nutrientes es la manera ideal de
que los niños pequeños obtengan los micronutrientes esenciales en sus dietas.
Pero en muchas partes del mundo, las dietas de los niños no contienen
suficientes micronutrientes y las carencias son generalizadas.
Las carencias de micronutrientes se
califican a menudo como “hambre oculta”, porque se desarrollan gradualmente con
el tiempo, y sus efectos devastadores no se observan hasta que ya han causado
un daño irreversible. Aunque puede que el niño se vaya a dormir todas las
noches con el estómago lleno, las carencias de micronutrientes significan que
su cuerpo está todavía hambriento de una buena nutrición.
Millones de niños sufren retraso en el
crecimiento, retraso cognitivo, debilidad inmunológica y enfermedades como
resultado de las carencias de micronutrientes. Para las mujeres embarazadas, la
falta de vitaminas y minerales esenciales puede ser catastrófica, y aumenta el
riesgo de que sus hijos sufran bajo peso al nacer, defectos de nacimiento,
abortos e incluso la muerte.
¿Cómo
se evitan y tratan las carencias de micronutrientes?
UNICEF apoya las siguientes estrategias para evitar y tratar
las carencias de micronutrientes en las mujeres y los niños:
Las estrategias de diversificación dietética ayudan
a las familias a acceder a una amplia gama de alimentos ricos en nutrientes.
Requieren educar a los cuidadores sobre las prácticas apropiadas de
alimentación del lactante y del niño pequeño 4 y mejorar
el uso de alimentos disponibles localmente.
Los programas de suplementación aportan
micronutrientes específicos que no están disponibles como parte de la dieta
habitual. La suplementación es especialmente importante cuando la necesidad de
micronutrientes que tiene el cuerpo es especialmente alta, como por ejemplo
durante el embarazo, y es difícil satisfacerla solamente con la alimentación.
Un ejemplo es la administración de suplementos de hierro y ácido fólico a las
mujeres embarazadas, una práctica que puede reducir el riesgo de bajo peso al
nacer, la anemia materna y la carencia de hierro.
El enriquecimiento a gran escala es el proceso de añadir
micronutrientes a los alimentos o condimentos que son consumidos regularmente
por la población, tales como la harina, el azúcar, la sal y los aceites para
cocinar. Los programas de enriquecimiento son muy eficaces en la prevención de
las carencias de micronutrientes a un costo mínimo –a menudo sólo unos centavos
por persona al año. Los programas de yodación universal de la sal y de
enriquecimiento de la harina (para agregar hierro) han tenido éxito en el
enriquecimiento a gran escala en muchos países.
Los programas de enriquecimiento en el hogar proporcionan
a los cuidadores polvos de micronutrientes para que los espolvoreen sobre los
alimentos que se preparan para los niños en casa. Esto puede mejorar
significativamente la calidad dietética de los alimentos complementarios para
los niños de 6 meses a 2 años. El enriquecimiento en el hogar empodera a los
cuidadores y les proporciona las herramientas necesarias para mejorar la dieta
familiar sin necesidad de realizar un cambio importante en sus prácticas
alimentarias.
Estas estrategias, junto con la prevención y el tratamiento
de enfermedades infecciosas y la eliminación de parásitos, pueden reducir al
mínimo la pérdida de micronutrientes y reducir las carencias de micronutrientes
entre los grupos vulnerables.
Resumen
La alimentación de las personas en la época moderna se ha visto
asociada al incremento de diversas patologías crónicas, tales como isquemia
coronaria, hipertensión, cáncer, diabetes, cirrosis, osteoporosis, obesidad,
etc. Estas enfermedades ocupan hoy los primeros lugares de mortalidad en el
mundo occidental. Las evidencias científicas señalan a las grasas saturadas, el
azúcar, la sal y el alcohol, como sustancias cuyo consumo debe moderarse. Las
frutas frescas, las verduras y los cereales integrales, con su alto contenido
en fibra vegetal, vitaminas y antioxidantes, aparecen como una opción deseable
para la salud. El soporte epidemiológico disponible sugiere la reeducación
poblacional en relación con los hábitos alimentarios y pronostica un marcado
beneficio para la salud pública, en caso de lograr una óptima aplicación de los
programas de nutrición preventiva.
La dieta en el espectro
multicausal
No podemos de ninguna manera asegurar que ha sido la alimentación
la única causante de los males que nos afligen hoy en día. Las enfermedades
crónicas son fenómenos de muy lenta evolución en las cuales intervienen un
número diverso de factores contribuyentes de tipo hereditario, ambiental y social.
La contribución específica que aporta el factor alimentario a estas
enfermedades es difícil de establecer con exactitud; además, las influencias
podrían tener magnitudes diferentes de un lugar a otro y de una población a
otra, dependiendo de la interacción que pueda existir entre los agentes
causales.
La epidemiología, por medio de lo que se conoce como riesgo atribuible
poblacional, calcula la proporción de
enfermos de una población que adquieren la enfermedad a causa de la exposición
a un determinado factor de riesgo. Esto equivale a decir que puede calcularse
el número de personas de una comunidad que eventualmente dejarían de enfermarse
o se salvarían de morir si acaso una población pudiera prescindir totalmente de
la exposición a un factor de riesgo específico. Es decir, que se puede
pronosticar la fracción poblacional prevenible, en el caso de que una
intervención orientada a desarraigar un hábito nocivo de salud en la comunidad
tuviera un éxito rotundo.(Martínez L., ,
julio-diciembre, 2002, p. 0)
REFERECIA
Martínez L., E. (, julio-diciembre,
2002, p. 0). Nutrición preventiva. Revista Facultad Nacional de Salud Pública, 14.
al, S. e. (2009). Lancet Global
Health. Multiple Micronutrient Supplementation During Pregnancy in Developing
Country Settings, 30.
Martínez L., E. (, julio-diciembre, 2002, p. 0). Nutrición
preventiva. Revista Facultad Nacional de Salud Pública, 14.